miércoles, 9 de diciembre de 2015

El Minotauro prisionero del laberinto del mito


Los mitos griegos son muy ricos en descripción de realidades. Fantásticas y llenas de arquetipos, trascienden la fabula por ser crónicas contadas al estilo de la trasmisión oral. Gestadas en tiempos donde la verdad era parte del deseo de los dioses; los hechos humanos se entremezclan con ellos compitiendo de manera desigual con los poderes del Olimpo. El mito es una construcción discursiva, donde la trama siempre esta relacionada a la transacción con deidades que quitan u otorgan dones para la solución o el castigo

Uno de ellos es la historia de Teseo y el Minotauro, donde el drama de la lucha de un hombre muy joven y un semidiós bestial, transcurre dentro de un laberinto.

El mito dice: Teseo, héroe ateniense, tiene un móvil muy noble. Terminar con la injusticia que obliga a Atenas a ceder siete jóvenes y siete doncellas vírgenes a Creta para ser sacrificadas como alimento de una bestia insaciable.

 La obligación de Atenas para con Creta, es el pago de un tributo al rey Minos; el poderoso monarca de una sociedad considerada hoy como una de las civilizaciones mas antiguas de Europa que prosperaba hacia el 2400 antes de Cristo. Minos, como todo poderoso de la antigüedad Griega, es un mix de divinidades entrecruzadas y lleva adelante una rica agenda comprometida con deidades de todo tipo. Una de ellas es Poseidon, el Dios del Océano al quien intenta estafar y es castigado a través de su esposa, quien copula con un toro y da a luz al Minotauro una bestia mitad humano, mitad toro. Mino por parte del rey y Toro por parte de la intervención divina.

El Minotauro es por tanto un especie de príncipe maldito. un hijo indeseado de la corrupción real. Sumamente salvaje y brutal, debe existir oculto y confuso en un laberinto del que nunca pueda escapar. No obstante conviene destacar que la bestia poseía atributos reales. Su costosa y exquisita dieta se asemeja mas al  festín de un señor. Su laberinto, sumamente complejo no es una estructura cualquiera, sino una morada hecha con la máxima tecnología de la ciencia del engaño.

Teseo también es de noble cuna. Su padre es Egeo, rey de Atenas  y quizás también bastardo de Poseidon. Su origen sobrenatural convive con la desgracia política de estar envuelto en una lucha de poder que lo obligan a llevar la típica existencia del justiciero latente, que crece merced a la bondad de la naturaleza y protegido por el destino. Patrón muy recurrente en casi todos los héroes mitológicos nacidos con un objetivo especifico que resultara trascendental.

Por lo tanto Teseo y el Minotauro es la justa entre dos príncipes excluidos de la legitimidad por heredar un trono. Los antecedentes previos de Teseo antes de enfrentar a la temible bestia ya son considerables. Básicamente a vivido su vida guerreando contra feroces bandidos para así obtener la atención de su padre y debe superar varios desafíos de gran peligro antes de poder sentarse a su lado y ser considerado su sucesor. La campaña de Creta por lo tanto, es para el joven y ambicioso Teseo un hito necesario para coronarse rey.

La victoria de Teseo sobre el Minotauro tiene también muchas peripecias basadas en el engaño, la traición y la astucia. El mito cuenta que ayudado por Ariadna, la hija de Minos, entra al laberinto provisto de un carretel de hilo y liquida a la bestia mediante golpes de puño.

El origen de este mito, seguramente provenga de representaciones teatrales o de bardos superlativamente imaginativos. El paso de los siglos seguramente borró detalles y les agregó nuevos; no deja de sorprender que Teseo sea sospechosamente prodigo en hazañas mitológicas múltiples. No le basto lidiar con un hombre toro, también guerreo con amazonas, fue parte de la expedición de los argonautas que buscaban el vellocino de oro, ayudo a cazar el jabalí de Calidón , lucho contra lapitas y centuros y debió ser rescatado del inframundo.

Murió como debía morir un rey de la época, asesinado a traición por otro rey, Licomedes a quien la mitología no le asigno ningún gran papel. Tal parece, en el mundo antiguo, la traición lograba lo que los dioses no.

Del gran curriculum de Teseo, puede extraerse algunas conclusiones. Su fama deviene solamente de hazañas fantásticas, poco y nada se sabe de su reino y decididamente no fue un agente de civilización. Cuesta incluso creer que haya sido un rey de verdad, ya que su ciclo de vida es mayoritariamente narrado fuera de Atenas. Entonces, si es tan solo un rey aventurero del cual no se sabia si estaba vivo o muerto, ¿porque se construyen tantas leyendas alrededor de él?.

Una respuesta posible es que tener linaje de héroe, daba credenciales para disputar el poder. La capacidad de atravesar circunstancias extraordinarias y ser capaz de enfrentar a los dioses servia a los descendientes para ganar tal vez la adhesión de sus pueblos. Grecia seria entonces no solo la inventora de la democracia, sino también de la propaganda política. A mayor capacidad mítica, mayor legitimidad para construir una dinastía. La Grecia helénica es por sobre todo, extremadamente turbulenta e inestable en su equilibrio político. Es evidente que la democracia; forma carente de todo mito y leyenda haya sido un experimento necesario como forma de lograr un equilibrio.

Divinidad, mito, posesión de atributos de linaje, poder militar  y consenso, son formas alternas que se han repetido a lo largo de la historia y aun continua entre nosotros. La modernidad ha parido también grandes mitos, como el comunismo soviético y el nazismo, que al ser enemigos de la democracia, recurren a la construcción subjetiva de un mundo ideal.

El mundo ideal es el ecosistema de los héroes y super hombres. Stalin, Hitler, Lenin, etc, aparecen como una variante mítica en un mundo de gran turbulencia política. La construcción del culto a un líder, mas allá de sus patinas racionales, traen dentro de su discurso, un componente mítico que invita a construir un orden mas allá de las leyes.

El mito es el opuesto de la ley. 



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