sábado, 23 de julio de 2011

La maquina de picar carne


Lo que sucede con Sergio Batista, actual DT de la Selección Argentina, es un verdadero asco.

La falta de respeto es un comportamiento que expresa una violencia extrema. Es negar la individualidad, la experiencia y la humanidad de alguien. El respeto es una cualidad extremadamente necesaria del psiquismo adulto.

Lo que le ocurre a Sergio Batista, no es algo que solo le ocurre a él. Nos ocurre a todos desde el mismo momento en que vemos con que facilidad se puede denostar a alguien. Todos, si aceptamos la deshumanización de las relaciones, podemos atravesar el mismo episodio: El de ser descartados sin que se tenga la menos contemplación de nuestro sentir.

Solo gente berreta lleva a cabo esta clase de comportamiento, cuando se encuentra en posición de poder. Aquí la cuestión central, trata de la facilidad con que la gente sin escrúpulo se adueña de todo. Creo que el camino a la cima les resulta fácil, porque de alguna manera existe una aceptación tacita, a las maniobras carentes de ética, y a la producción de espacios, donde el único objetivo consta de adueñarse de todo.

La A.F.A, atraviesa hoy una crisis sucesoria. Es una típica cuestión política. Se percibe la decadencia del Rey y las facciones en pugna comienzan a desarrollar las estrategias pertinentes para asumir al trono. Tal accionar es algo normal, pero la A.F.A, tiene un poder de comunicación extremadamente poderoso. Como tal, trasmite la impresión de ser una asociación al limite entre lo legal y lo ilegal. Dentro de ella circula enormes cantidades de dinero. Es un ministerio que administra una cuestión emocional; la del amor futbol, amor que desde ningún punto de vista debe ser contemplado como una cuestión absurda.

La violencia ejercida sobre Sergio Batista, se justifica por haber fallado en la producción emotiva que provoca la Selección Nacional de futbol. Los que manipulan esa emoción, ven que su negocio no puede realizarse, por lo tanto, simbólicamente, decapitan al responsable de la frustración, sin ningún miramiento. Su accionar revela la mentalidad brutal de los mandatarios sin escrúpulos. Mentalidad que es el objeto a cuestionar, mentalidad que se replica como un modelo de organización que provoca angustia y anula la capacidad creativa.

No somos inocentes, sino responsables de que gente así, maneje las cuestiones importantes. ¿ Somos los pensadores, demasiados inútiles para torcerles el brazo?.

Se le debe declarar una guerra total a los brutos poderosos. Arruinan la vida. Deben salir de ahí.

No hay comentarios: