domingo, 1 de abril de 2012

Principio de realidad



No se si el concepto principio de realidad es un termino nacido del Psicoanálisis, o si esta lo adapto de alguna otra disciplina. Pero mas allá de su origen, es un concepto muy útil. Sirve para ajustar el sistema de navegación interior a las rutas reales que la vida nos ofrece. Dista mucho de ser un mecanismo de auto limitación. Es mas, se podría decir que es casi imposible volar si no se posee un principio de realidad bien calibrado y ajustado. Es por decirlo de alguna manera, una suerte de GPS subjetivo.

Una de las mayores ventajas de poseer un principio de realidad bien temperado, es esquivar los peligrosos bancos de coral de las fantasías neuróticas. Esas redes mal construidas que crecen en las mentes como la mala hierba de un jardín. Quien vive prisioneras de ellas tiene asegurado el mas sutil de los sufrimiento.

Como adquirir un buen principio de realidad es tarea de toda la vida y requiere pensarse a si mismo mas allá de la personalidad que nos hace ser. He ahí su gran dificultad. Percibirse como causa de un efecto, puede estar mas allá de nuestras capacidades. Pero tampoco es algo tan imposible. Reflexionarse a si mismo es una propiedad natural de todo ser humano. Tarde o temprano nos topamos con ese meollo y si realmente el ansia de evolucionar es poderoso; se adquirirá tal capacidad.

Ahora bien, que pasa con la naturaleza esencialmente social del ser humano. Hasta que punto, el conflicto neurótico no es un conflicto inyectado en la especie?......

Viene desde afuera, de la familia, de la moral y de todo ese contrato emocional y reglamentario que es necesario para funcionar junto a los demás. Un buen principio de realidad sabe sopesar todas las variables complejas de llevar a buen puerto el mundo humano. No es coartar el deseo personal, es hallar en el otro el deseo afín. El deseo es el principio y el limite. Ignorarlo es como tratar de caminar en el vacío. Imposible hacerlo mientras sigamos sujetos a la ley de la gravedad.
Así de básica es la neurosis y así de básico también su conflicto. Sorprende a veces ver, hasta que punto algunas personas están dispuestas a empecinarse con el delirio, con tal de preservar la ilusión neurótica.

Un muy buen ejemplo me parece el caso de la Presidente Cristina Kirchner, una persona cuyo rol es precisamente el de ordenar realidades en pos de la consecución de ciertos objetivos colectivos; pero que parce naufragar peligrosamente a la deriva de una extrema fantasía: La del poder total, emanado solamente de su voluntad.

Para que dicho pensamiento tenga sentido, es necesario considerar que la única concepción valida es la propia. No hay nada que los otros puedan aportar. La valía omnipresente puede oír detalles que sirvan para sustentar el concepto propio, pero nunca aceptar diferentes puntos de vista y mucho menos solicitarlos. Entienden muy bien que 4 ojos pueden ver mas que 2, pero aducirán en su defensa que los otros 2 ojos complementarios son cortos de vista.

El mito de Narciso es una fabula con una moraleja muy clara. Quien lo padezca morirá victima de su propio auto reflejo. Moraleja que nunca deja de cumplirse. Cualquier narciso extremo que miremos desde la Historia, tendrán como causa de muerte, la asfixia de su propia imagen. C.K no va a resultar la excepción.

No deseo la muerte de la presidente. A decir verdad, hay en ella algo digno de pena. Auto prisionera de si misma y de su cerrado universo de ideas, necesita de una corte de muñecos que parecen no vivir sin ella, pero que en el fondo están bien vivos y son los suficientemente astutos para alquilarles la sumisión .

Encerrada en la fortaleza narcisista; Cristina se aleja cada vez mas de las señales que la realidad emite. A mayor dificultad, una nueva puerta se cierra y una nueva pagina escrita con desesperación para que no se precipite la descarnada verdad de su fragilidad. De su criterio no tan bueno como ella lo cree, de la tremenda ignorancia emocional de pretender hacerse cargo de los otros, cuando lo que menos le interesa es la existencia de terceros.

Es muy probable que C.K sea un monstruo. Todo lo contrario a su objetivo rector, la gran meta trascendente que certifica su excepcionalidad. Mas cerca de Hitler que de Ghandi, aunque no quiera asesinar a nadie, tiene del primero, el mismo gran talento para la emisión de propaganda terrorista. Siembra miedo, conspiraciones y si estas no son lo suficientemente reales, las produce.

La muerte de su marido ha agravado su cuadro. Ha perdido en el acto a la única voz amiga y a su único par. Ha venido ha reemplazarla, la del hijo, quien quizás sospecha que su madre sin soporte es como un barco sin timón.

No importa de que signo nos gustaría la política, pero esta al igual que la vida debería estar sometida también al principio de realidad. Seria bueno quizás fundar un partido para la liberación de las neurosis.

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