lunes, 6 de agosto de 2012

Civilización o Barbarie


Lo dijo Faustino Sarmiento, uno de los políticos mas innovadores de la Argentina y padre de la educación estatal, que algo sabia de tema, ya que experimento la barbarie en carne propia. Su época, sanguinaria y anarquica, obligaba a jugarse la vida permanentemente. Tiempos semejante a la lucha de los señores feudales de la Europa medieval. 

La civilización y la barbarie parecieran ser 2 ciclos constantes en la historia humana. Se alternan con demasiada frecuencia. No se sabe con certeza cual de ellas es la que predomina. A lo mejor son las dos caras de una misma moneda.

Pero antes que develar la naturaleza conceptual de la civilización y la barbarie, conviene mas preguntarse que hacer cuando a uno le toca vivir una época barbara. La nuestra lo es. Basta con ver el progresivo avance de tendencias políticas que tienden cada vez mas al totalitarismo. De a poco y enmascarados en discursos de reivindicación social y política; toda una pandilla de neo dictadores comienzan a transformar las repúblicas de América Latina en feudos donde predomina un sistema al que bien podríamos denominar: Corruptocracias.

Las Corruptocracias tiene una estrategia bastante común. La infiltración de las instituciones con el objetivo primario de vaciarlas de contenido y desmembrarlas paulatinamente para volverlas del todo inútiles. Cuando no pueden alcanzar sus objetivos por la modificación de leyes, el simple recurso de reclutar  a criminales y desequilibrados como fuerza de choque, comienza a ser parte importante del plan B. 

Cabe decir que esto es fascismo liso y llano, la expresión moderna de la barbarie que arranco allá en Italia luego de la primera guerra mundial. Tanto Hitler como Mussollini se valieron de las mismas tretas que vemos hoy. Que de aquella experiencia haya surgido una de las guerra mas cruentas que se recuerden, parece no tener importancia.¡ Que va...! podríamos decir, pero tal vez no sea mala idea realizar una asociacion entre aquellos fascistas en blanco y negro y estos de la era digital.

El fascismo europeo es fruto del trauma social, político y económico que dejo la primera guerra mundial. En aquellos tiempos donde Europa se reconfiguraba nuevamente en un nuevo mapa territorial, se activo simultáneamente una actitud defensiva de la nacionalidad completamente nueva. La izquierda, quien creía que las condiciones políticas eran optimas para la revolución socialista, se vio sorprendida por la adhesión de las masas a una propuesta que iba por un camino completamente opuesto y desconocido: La unión para la fundación de una patria grandiosa y superlativa. Una consigna altamente emocional y visceral , que se expandió como el fuego por las ruinas de Europa y calo hondo allí donde el poder político era mas débil. Alemania y sus grandes problemas de posguerra se terminaron cuando el Nazismo de Adolfo Hitler que tambien vendía Patria, grandeza y gloria llego al poder en una magnifica síntesis de criminalidad y cuasi legalidad.

En América Latina, las cosas fueron bien distintas. Especie de campo experimental para la lucha hegemonica de EEUU y la URSS durante la guerra fría, el fascismo se cuela del lado de cierto pseudo socialismo nacionalista que no tiene reparos en reinventar la historia para tratar de convertir el territorio en un paraíso de explotación económica. Los Mayas se dan la mano con sendero luminoso y Tupac Amaru bien pudo haber sido desmembrado por agentes de la Cia.

Todas las experiencias guerrilleras del continente basadas en el ideario cubano, agitaron las banderas de una lucha por la igualdad y su puesta en practica también representa un fenómeno sociológico original. La guerrilla latinoamericana formada en parte por una basta población de seguidores burgueses, parecía mas una oportunidad para aquellos jóvenes con deseos de matar escudados tras el noble y abstracto ideal guevarista, que la de un movimiento político con bases solidas para concretar una revolución. Su rotundo fracaso no fue tanto un éxito de la violenta represión ilegal, sino que en el fondo, el pueblo al que deseaban liberar no los necesitaban en absoluto.


El fascismo europeo tenia su moda. Tanto Hitler como Mussollini llevaban una especie de atuendo que parecía un uniforme militar. Especie de detalle teatral que reflejaba el ideal guerrero. Fidel Castro y su típico uniforme verde de fajina, también representa lo mismo, pero con la falsa semántica de que su uniforme es por la defensa de sus gobernados. Hitler y Mussollini hicieron que los desfiles militares parecieran operas. La pseuda izquierda latinoamericana hizo de las fosas comunes especie de santuarios ideológicos.

Podríamos seguir, pero el punto es mas que obvio: detrás de la teatralización o las semejanzas conceptuales, la barbarie prospera allí donde la civilización se apaga. El esquema de los poderes repartidos, esquema básico de toda República como mecanismos de control ante el autoritarismo, se ha quedado sin quien lo defienda. Erosionando tras la decadencia económica y la ausencia de  hombres con una visión diferente, deberá resurgir allí donde la barbarie es impotente: dominar cuando un nuevo paradigma tecnologico transforma el mundo.

Civilización y barbarie decía Sarmiento. ¡Que decís vos?.....


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